EL ESTILO
Las primeras piezas de relojería aparecen en los registros de la Maison a partir de 1853: relojes de bolsillo para hombres, relojes colgantes, de broche o châtelaine para mujeres.
Con el paso del tiempo, la relojería Cartier se distingue por centrarse en la noción de diseño, simbolizada desde 1904 mediante la creación del reloj Santos de Cartier, primer reloj moderno concebido para lucirlo en la muñeca.
La relojería Cartier es un legado en movimiento que permite a la Maison reinterpretar estas formas, grandes clásicos de todos los tiempos, a través de nuevas versiones, lo más afines posible a los modelos históricos con una ergonomía adaptada que responde a las exigencias actuales.
LA CULTURA DEL DISEÑO
Para Cartier, todo comienza con el diseño. Un trazo sin concesiones. La línea depurada y precisa. Un concepto radical que se ha convertido en la firma de Cartier, uno de los pocos diseñadores capaces de imaginar creaciones relojeras que conforman una colección singular de diseños de culto.
Tank, Santos, Panthère o Ballon Bleu son diseños reconocibles e inconfundibles que se basan en cuatro grandes principios creativos: la pureza de la línea, la precisión de la forma, la exactitud de las proporciones y la belleza de los detalles.
La inteligencia de sus diseños les permite instalarse con absoluta evidencia en su época con la misma facilidad que se inscriben en el futuro. Todos poseen la misma capacidad para reinventarse y no agotar nunca aquello que desean transmitir: su energía creativa es desbordante y Cartier se atreve a hacerlos evolucionar con las épocas.
RELOJ TANK
La pureza de la línea del reloj Tank obedece al deseo de Louis Cartier de definir en 1917 la forma de un nuevo reloj. Las dos angarillas paralelas son la firma del reloj Tank. Todo se basa en el equilibrio entre la línea y la forma, el volumen y la armonía, que desprende y que define la sorprendente elegancia del Tank.
RELOJ SANTOS DE CARTIER
En 1904, Louis Cartier cumplió el sueño del aviador Alberto Santos-Dumont: leer la hora en pleno vuelo sin tener que soltar los mandos del avión para consultar su reloj de bolsillo. Vanguardista, Cartier crea un reloj cuadrado en un mundo de relojes redondos, cuyos tornillos –tradicionalmente ocultos en relojería– se dejan ver en el bisel. Ángulos redondeados, biseles simétricos, perfil de los enganches que convergen hacia la correa. Una exactitud original permite a Cartier adaptar las proporciones del reloj Santos al ritmo del paso del tiempo y según las tendencias de la época.
RELOJ PANTHÈRE
Nacido en los años 80, el reloj Panthère es el reloj joya por excelencia. Reconocible entre todos, el reloj Panthère debe su nombre a una pulsera extremadamente sensual y a la fluidez de sus eslabones, que envuelven seductoramente la muñeca. Un estilo icónico que superpone sus efectos de elegancia: la delicadeza de la caja con su forma cuadrada redondeada, el refinamiento de los remaches aparentes, la esfera haciendo gala de todos los códigos Cartier.
RELOJ BALLON BLEU
Nacido en 2007 de una nueva visión del círculo, el reloj Ballon Bleu presenta por primera vez una caja abombada tanto en la parte superior como en el fondo. Su emblemática cubierta de corona, integrada en la carrura, lo hace reconocible entre todos. Con él, Cartier rinde homenaje a la gran tradición relojera y da un vuelco a los códigos, a través de la reinterpretación de la minutería de ferrocarril, lo inédito de la burbuja azul y el efecto óptico del cristal de zafiro abombado.
LOS CÓDIGOS RELOJEROS DE LA MAISON
La minutería de ferrocarril, el cabujón de zafiro, los números romanos... Presentes desde la creación de los primeros relojes de la Maison, los códigos de la estética relojera Cartier siguen presentes en su repertorio relojero. Altamente identificables, firman un estilo y una identidad gráfica atemporales.
NÚMEROS ROMANOS
Negros, gráficos, inclinados y radiantes alrededor del eje de las agujas, los números romanos de la caja refuerzan la pureza de la línea de relojes Cartier.
MINUTERÍA DE FERROCARRIL
En la esfera, la línea doble de la escala de minutos se denomina "minutería de ferrocarril". Su dibujo evoca, en efecto, los raíles de un ferrocarril. A Louis Cartier le debemos este diseño tan especial.
AGUJAS AZULADAS EN FORMA DE ESPADA
El azul de las agujas es el legado de una tradición relojera originada en las montañas suizas. Es allí donde, para evitar la corrosión de las agujas de los relojes (no herméticas en aquella época) causada por las condiciones climáticas, los relojeros inventaron el azulado. Un savoir-faire conservado y perpetuado desde entonces por Cartier de forma única: las agujas se introducen en hornos a más de 300 grados durante un periodo de tiempo definido con precisión de segundos para obtener el azul característico de las agujas Cartier. Además, la producción de agujas requiere más de 20 operaciones diferentes y la destreza de más de 10 oficios distintos, como la acuñación, el corte o el pulido. Las agujas de los segundos, los minutos y las horas se clasifican y emparejan para que en un mismo reloj no se perciba ninguna diferencia en la tonalidad del azul.
CABUJÓN
Las coronas de cuerda Cartier están engastadas con un cabujón de zafiro o una espinela azul, según el modelo. Son el vínculo entre el relojero y el joyero.
CORONA
La corona de cuerda de los relojes Cartier presenta una corona perlada, acanalada, heptagonal, o incluso octogonal, según los modelos característicos del estilo Cartier.
ESFERA GUILLOCHÉ
Grabado en las esferas, el guilloché Cartier decora los relojes. Esta técnica de decoración aparece ya a principios del siglo XIX en la historia de la joyería de Cartier; consiste en el grabado de finas líneas en la placa de la esfera formando diferentes motivos como la ondulación o la luminosidad
FIRMA SECRETA
La firma Cartier aparece delicadamente en diagonal en uno de los números romanos de la esfera.