1904. Louis Cartier cumple el deseo del célebre aviador brasileño Alberto Santos Dumont: leer la hora en pleno vuelo. Así nació uno de los primeros relojes de pulsera, sellando la amistad entre dos pioneros. Su esfera de ángulos redondeados, sus enganches de perfil armonioso, sus tornillos aparentes firman un reloj icónico que será objeto de múltiples reinterpretaciones.
Reloj Santos-Dumont, tamaño grande, movimiento mecánico Manufactura de cuerda manual calibre 430 MC. Caja de acero con laca negra, corona de acero perlada engastada con un cabujón de espinela sintética azul, esfera negra motivo cuadrado con laca translúcida, números romanos, agujas de acero en forma de espada, cristal de zafiro. Fondo del reloj grabado con la firma manuscrita de Alberto Santos-Dumont. Correa de piel de becerro color negro, hebilla de acero. Dimensiones de la caja: 43,5 mm x 31,4 mm, grosor: 7,3 mm. Hermético hasta 3 bares (~30 metros).
Tamaño grande, movimiento mecánico de cuerda manual, acero, laca, piel