1904. Louis Cartier cumple el deseo del célebre aviador brasileño Alberto Santos Dumont: leer la hora en pleno vuelo. Así nació uno de los primeros relojes de pulsera, sellando la amistad entre dos pioneros. Su esfera de ángulos redondeados, sus enganches de perfil armonioso, sus tornillos aparentes firman un reloj icónico que será objeto de múltiples reinterpretaciones.
Reloj Santos Esqueleto, tamaño grande, movimiento mecánico Manufactura de cuerda manual calibre 9619 MC.
Caja de oro rosa 750/1000. Corona heptagonal de oro rosa 750/1000 decorada con un zafiro facetado. Agujas en forma de espada con acabado dorado. Cristal y fondo de zafiro. Dos correas, una de piel de aligátor y otra piel de becerro, con sistema intercambiable "QuickSwitch".
Hebilla doble desplegable ajustable de oro rosa 750/1000.
Horas y minutos con puentes en esqueleto en forma de números romanos. Movimiento numerado individualmente y compuesto por 138 piezas, incluyendo 20 rubíes.
Dimensiones del movimiento: 28 mm x 28 mm, grosor del movimiento: 3,97 mm, volante: 28 800 alternancias por hora, reserva de marcha de 72 horas aproximadamente.
Ancho de la caja: 39,7 mm. Grosor: 9,08 mm.
Hermético hasta 10 bares (~100 metros).