1904. Louis Cartier cumple el deseo del célebre aviador brasileño Alberto Santos Dumont: leer la hora en pleno vuelo. Así nació uno de los primeros relojes de pulsera, sellando la amistad entre dos pioneros. Su esfera de ángulos redondeados, sus enganches de perfil armonioso, sus tornillos aparentes firman un reloj icónico que será objeto de múltiples reinterpretaciones.
Reloj Santos, tamaño mediano, movimiento mecánico de carga automática calibre 1847 MC.
Caja de oro rosa 750/1000. Corona heptagonal de oro rosa 750/1000 decorada con un zafiro facetado. Esfera opalina plateada. Agujas de acero azulado en forma de espada. Cristal de zafiro.
Dos correas, una de piel de aligátor y otra piel de becerro, con sistema intercambiable "QuickSwitch".
Hebilla desplegable intercambiable de oro rosa 750/1000.
Ancho de la caja: 35,1 mm. Grosor: 8,83 mm.
Hermético hasta 10 bares (~100 metros).