Ella deseaba el rojo, el rubor de la emoción, los labios mordisqueados, pulpa de fresa, el clavel en su ojal. Acercarse a él, rozarle, perturbarle, sin asomo de timidez, envuelta en un frufrú de sensualidad rebelde y vaporosa CREMA DE CASTAÑAS. El miedo desaparece, no queda más que una danza rítmica en el aura aterciopelada de un escenario, notas de lirio y las luces que persiguen su cuerpo.
Mira, por aquí mi hombro aterciopelado NOTAS DE CLAVO, por allí mis curvas sinuosas, desaparezco para regresar con más fuerza, piernas ágiles y labios caprichosos. ¿Te gustan mis piernas? ¿Te gusta mi nuca? ¿La curva de mi espalda? Mírame, soy tu amor de L’HEURE CONVOITÉE, con mi piel empolvada de desnudez y mis prendas carmín, notas de rosa roja, danzando, risueñas NOTAS VERDES FRESCAS. ¿Y si fingiese tratarte de usted mientras te canto aquella canción de Juliette Gréco?
Déshabillez-moi, mais pas tout de suite, pas trop vite, sachez me convoiter, me captiver ! (Desnúdeme, poco a poco, lentamente, aprendiendo a desearme, a poseerme).
Déshabillez-moi, canción escrita por Robert Nyel y compuesta por Gaby Verlor